He llorado muchas veces, de rabia, de dolor, de pena, pero nunca de angustia. La angustia la resuelvo de otro modo, por ejemplo escribiendo. Podría decirse en mi caso, que escribir es un modo de llorar mi angustia y sería cierto, al menos lo sería hoy, en este texto. Es indescriptible el pavor que me produce ver la Enciclopedia Espasa, esa de los cien volúmenes, tirada y pisoteada en los mercadillos de cosas. Cierta vez reprendí tal acto, y se me contestó, sin demasiada prisa, que para el papel -así se denominan los textos destinados a la trituradora para fabricar papeles nuevos- mejor pisada. Me angustié, y ahora lo escribo.
La empecé a consultar, de niño, en la sala de diccionarios de la biblioteca de mi pueblo, y eran bonitas las dos, la enciclopedia y la biblioteca, una reluciente y altiva, y la otra también, lo mismo, en sus anaqueles.
Ambas tenían ya sus años entonces, pero de jóvenes nos parece que todo es de estreno.
Supe por ella que era un boomerang, un dromedario y un cafeto , una piromorfita y un ábaco. La interrogé indiscreto sobre secretos y nunca me negó la respuesta, fue la única que me dijo quien era Dezallier d'Argenville cuando compré su libro, -el de Oryctología claro-, de ella vengo y a ella vuelvo cuando escribo, no tolero las deslealtades, me irritan. No me confundió, cuando al buscar bicicleta, me contó que era conveniente llevar un revólver si me alejaba por caminos ignotos en un paseo en ella. Entendí que la realidad detenida conforma un renglón impreso, y que devenida es la historia que se vive y que, siempre, en toda definición se detiene.
Justifico mi título que habla de los sueños y de la voluntad, con el pensamiento puesto en Goya y en los sueños de la Razón, que producen también monstruos, que al caso bien pudieran ser biblioclastas, o sea, rompedores de libros, que tiran lo que no entienden con la sonrisa perdida de un loco cuya prisa es su propia ruína.
Sublemente bello texto, David, me has dejado sin palabras pero con una emoción grande en el corazón, leer para vivir, sueños y voluntad, amor y respeto, las deslealtades son feas y esto una preciosidad: " La interrogé indiscreto sobre secretos y nunca me negó la respuesta", no dejes de escribir, David lo haces con el corazón y el gran Conocimiento que demuestras y sobretodo con respeto, mucho respeto hacia todo, aqui a los libros y bibliotecas.
ResponderEliminarPues te dejo una escena musical de una chica leyendo en la hierba, que viene bien a tu texto, lo he leído con esta música del Gran Morricone.
https://www.youtube.com/watch?v=Pk0qEwa5xOs
Saludos. Teresa.
Disculpen, quise decir " Sublime" bello texto.
ResponderEliminar